sábado, 10 de marzo de 2012

FRITOS VARIADOS: EL A3 DEJA DE SER HORRIBLE, MERCEDES SE MARCA UN IBIZA Y BENTLEY... EN FIN, BENTLEY SE “DESINVENTA”



Frankfurt, Ginebra... no, no estoy hablando del desayuno habitual de Charlie Sheen – o de alguna de sus novias – sino de esos salones del automóvil en los que las marcas nos asombran con sus concept cars que un año (o así) después saldrán en una versión menos asombrosa visualmente, pero con mas garantías de no sufrir una combustión espontanea tras circular unos metros.

Ha sido en el salón suizo donde Audi ha desvelado su nuevo restyling para el A3, en el que demuestra el poderío y la influencia del A1. Digo esto porque hasta ahora, se trataba del modelo mas desangelado estéticamente de la gama de los alemanes, como ese niño moreno, gordito y no muy alto en una familia en la que todos son altos, rubios y fornidos. Con todo el mundo en sospecha de que es adoptado pero sin alguien que tenga valor de decírselo a la cara.

Pero todo eso ha terminado, porque el patíto feo se ha vuelto cisne, la oruga es ahora una mariposa, la batería de los Corrs se ha quedado como la mas potable de las tres hermanas, estoooooo, perdón, se me va la cabeza. Lo que quería decir es que, si bien el A3 a la hora de manejarlo era tan bueno como sus hermanos mayores, siendo uno de los pocos coches que yo pondría a la altura de un Mercedes de clase alta, su aspecto era un poco lamentable. Un quiero y no puedo, no tan atrevido como el A2 ni tan señorial como el A4, como dice una amiga, ¿por qué no te compras un Seat León que es el A3 español? Lo cual sería cierto si no fuera por un detalle: no es un Audi.

Visto que el diseño del A1 les ha salido tan chulo y molón, han aplicado los mismos alerones en el mismo acabado posterior – que de verdad era de juzgado de guardia – y han dado por fin con el aspecto que tiene que tener un coche que no aspira a ser conducido ni por un “papi” ni por un niño pijo, sino un buen coche que es manejado por gente sensata.

En otro orden de cosas, ya hemos dicho en este blog que las reglas del mercado nos dicen que podemos comprar un coche de una gama media – por ejemplo, un Fiat Panda – con todos sus extras y opciones por menos de lo que podemos gastarnos en un coche de una marca con renombre, pero sin mas añadidos que el volante y la caja de cambios. Es decir, pelao y mondao.



En este sentido, Mercedes siempre ha destacado por tener unos modelos “de entrada” muy interesantes, sus clases A y B (si, los alemanes no suelen complicarse mucho la vida con la nomenclatura) han gozado con un público lo bastante contento como para garantizar sus nuevas ediciones. Tamaño mas reducido, motores un poco menos potente que sus otros turismos, pero igualmente eficaces. Eso si, con la pinta un poco de ser unos Smart con esteroides.



Pues Mercedes-Benz ha decidido que todo eso se ha terminado, ha llegado la hora de alcanzar al hombre de la calle, qué digo al hombre de la calle, a las personas de la calle. Porque si no, ya me dirán qué sentido tiene marcarse un nuevo clase A que parece un Seat Ibiza. Vaya por delante que aquí no tenemos nada en contra del modelo español, - de hecho será próximamente protagonista de un “nominados a coche perfecto”- , pero es como si Porsche imitara las incomodidades de un deportivo Hyundai y las integrará en su nuevo cabrio. Por supuesto, los acabados del nuevo clase A distan mucho de lo que puede ofrecer un Seat (aunque habrá que ver la lista de precios), pero a decir verdad, uno pensaría que los señores que nos ofrecen cada año nuevas versiones aún mas bonitas de los CLS y los SL, no parirían algo tan.... tan ni chicha ni limoná.

Lo cual nos lleva a... Bentley. Con Aston Martin y Jaguar, forma la parte de ese triunvirato de marcas inglesas garantes de acabados lujosos, potencia desmedida y prestaciones de ensueño. Por supuesto, las cosas han cambiado desde sus respectivas fundaciones, y aunque James Bond siga realizando persecuciones en DBS, buena parte del capital base viene de, una vez mas, Alemania.



Ahora bien, que Bentley se nos plante con un SUV  (el aún no decidido si va a salir de las factorías EXP 9 F) no es tendencia tan sorprendente, sobre todo después de que Maserati presentara su particular visión de el tema, pero ¿qué necesidad hay de que Bentley haga lo mismo? ¿Por qué una pianista clásica se metería a Punkie? La respuesta se compone, desde mi punto de vista, de dos palabras: Porsche Cayenne.

No creo que sea ninguna tontería, el todocamino de la marca que nos ofrece puntualmente nuevos ejemplos del 911 sigue siendo un éxito de ventas y es probablemente el coche mas vendido de los germanos. Mi explicación es que los matrimonios adinerados se componen de un señor con una crisis de la mediana edad rampante, que quiere tener el escudo de Porsche a toda costa en su coche, y una mujer que tiene que recordarle que su familia se compone de mas miembros que ellos dos.

Ergo, se compran un Todocamino que destila “tenemos dinero y el mal gusto suficiente para malgastarlo”. Ya sé que estoy siendo muy pesado con el tema, pero si realmente quiere usted un vehículo que resista las perrerías de los caminos mas tortuosos y no llorar desconsoladamente cada vez que tenga que cambiar los neumáticos – por la factura, quiero decir – entonces píllese un Grand Vitara, un Range Rover o un Toyota Hilux. Y eso que uno de mis grandes amores platónicos ha sido siempre el Cadillac Escalade...

Mientras Bentley deshoja la margarita de si se pone a fabricarlo o no, me parece a mi que si Maserati se pega la gran hostia con su propuesta, los ingleses se lo pensaran un poco antes de dar el paso definitivo. En fin, tras este variado de noticias, los dos próximos artículos serán culturabaratiles y sórdidos; Emerson, Lake and Palmer y....¡Sting! ¡La que vamos a liar! O no.

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